6 de enero de 2014

Recetas de cocina por © Paulina López. Tortilla de patatas o española


Sobre la tortilla de patatas. © Jorge Lidiano

De más joven, en la década de los 70, después de una jornada laboral solía -como premio- acudir al pub 'El Forat', que regentaba Tony en Alicante. Allí, me daba el gustazo de probar, acompañada de un vasito de vino, la magnifica tortilla española, con o sin cebolla, y cuyo grosor era considerable. Creo que aquel momento y lugar marcó mi gusto personal por esa comida.

Parece fácil, pero lo increíble es que en la actualidad, en pocos bares o restaurantes consigo ni tan siquiera aproximarme a ese espléndido sabor, de hecho las decepciones son continuas. La última vez, tuve el disgusto de almorzarme con una cuya patata laminada estaba cruda y el huevo demasiado dorado, bueno, ¡y de su estética mejor no hablamos!.

¿Cómo es posible que en ese tipo de establecimientos no sepan hacer algo tan básico?, debería ser imperativo para montar esos negocios.

Pienso que en la hostelería se tendría que exigir unos mínimos en la elaboración de algunos platos tan arraigados. Yo, personalmente, si abriera un negocio de este tipo me los impondría. No basta con una buena higiene y manipulación, sino también hay que 'saber hacer', y con ello no estoy demandando 'la tortilla desestructurada de Ferrán Adriá'

Entiendo que a nadie le agrada tomar preparados con mal sabor, insípidos y en algunos casos poco saludables, o por lo menos para alguien que concibe 'el comer como un placer'.

Considero una estafa tener que pagar por ello y, además, con un derecho de queja limitado. Si nuestro problema es el tiempo, es preferible no comerla o comprar un producto pre-cocinado o enlatado, ya que al menos conocemos a lo que nos arriesgamos, en lugar de ser camelado y engañado en un restaurante.

Como 'para gustos no hay nada escrito', y estos son subjetivos, hoy voy a enumerar cuáles son los míos, en los que me baso para realizar las anteriores afirmaciones y por si coincido con alguien.

1.
Los ingredientes deben ser buenos, utilizar aceite de oliva y por su puesto no mezclar patatas de distinto tipo
2.
No debe quedar aceitosa
3.
En el interior la patata debe ser abundante cubriendo en un alto porcentaje toda su sección, es decir que predomine esta frente al huevo
4.
El huevo tendría que dorarse solamente de manera muy ligera, y evidentemente nunca quemarse
5.
A mí me gusta más bien jugosa, es decir, no excesivamente cuajada, aunque en un restaurante esto no parece estar permitido. En ese aspecto entiendo que si que interviene más la subjetividad

Por lo que he escrito hoy y en otras ocasiones quizás os parezca excesivamente sibarita pero realmente creo que no es así, me gustan las comidas tanto tradicionales como las de diseño, pero... eso sí, correctamente cocinadas.

© Paulina López.
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2 comentarios:

  1. Qué buena pinta Paulina!!! La pondré en práctica a ver si para esta Semana Santa me sale. Gracias. Ángel

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  2. Por lo que vi en el video esta receta es muy sabrosa y fácil de preparar, por eso yo también me animaría a preparar este espectacular platillo.

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Te agradezco de antemano tus comentarios. Si requieren una respuesta por mi parte y la conozco, la publicaré lo antes que pueda en esta misma entrada.

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