8 de junio de 2022

Fotografías. El ocho

Las ocho imágenes y los textos que a continuación se presentan corresponden a la última exposición realizada en el ‘Freaks Art Bar & Gallery’ en 2019. 

Las iré publicando consecutivamente y espero que os gusten.

El ocho, 2018 – 2019.

La serie se engloba dentro del ‘El yo digital’, un proyecto extenso que se fundamenta en el Arte Matemático, el Píxel Art y la Postfotografía y que incluye, entre otros, imágenes de contenido social y político, de inspiración en fórmulas y procesos matemáticos, de homenajes a diversos artistas y sus obras, con resultados que transitan entre la abstracción y la figuración.

El ocho es un número perfecto y simétrico, que en horizontal representa el inalcanzable infinito. Simboliza el equilibrio, la perseverancia y en las cartas del tarot la justicia, aspectos que ansiamos de nuestros políticos. 

En ‘El ocho’ invito al espectador a reflexionar sobre la política, sus actores y sus efectos colaterales y secuelas. No trato de plasmar esa anhelada armonía, al contrario, mi objetivo es que todas las partes rivalicen con la obra principal, actuando simultáneamente como información y como ruido.

Con tal fin, las piezas que están enmarcadas en ostentosas molduras de madera se rodean de un paspartú de peso relevante y, en ‘I love politics’, los acetatos de colores actúan de filtros modificando el visionado y los objetos constructores se disputan individualmente el protagonismo de la obra.

Imagen 6. El muro de la vergüenza / 2018

La primera versión de El muro de la vergüenza’ fue realizada en 2017, cuando el presidente de los EEUU, Donald Trump, comenzaba con sus ‘troperías’ anunciando la inspirada idea de construir un muro en la frontera con Méjico, con Enrique Peña Nieto de dirigente homónimo en dicho país, y andaba con ciertos ‘líos de faldas’.

En la pieza me interesaba destacar el significativo censo de migrantes mejicanos que viven en Estados Unidos. Para ello utilice un teñido sutil de algunas estrellas de la bandera americana con los colores de la insignia mejicana.

Las caras de los personajes principales fueron construidas matemáticamente en base a delgadas láminas que metafóricamente referencian los ladrillos con los que se levantará la futura muralla.

La obra está rematada con un muro rústico de piedra que a modo de paspartú rodea a los protagonistas, encarnando la losa que sobre ellos debería significar dicha decisión.

Por último, en toda la bandera se mezclan sutilmente tres cuerpos desnudos femeninos, cuya posición se yergue progresivamente. Uno de ellos, el más visible, coincide con el lado del gobernante Trump, corporizando la denunciada adicción del político hacia las mujeres jóvenes.  


Imagen 5. Lo tienes claro? / 2019

Las campañas electorales están inmersas en informaciones sesgadas y polarizadas, cuya veracidad se ve con frecuencia comprometida por intereses partidistas.

La apabullante, a veces contradictoria, avalancha de información de los medios de comunicación junto al marketing de los partidos políticos que enfatizan sus aspectos positivos minimizando los negativos y las mentiras o medias verdades sobre los adversarios, tienen como objetivo principal sembrar dudas y confundir a los votantes. Además, las estadísticas premonitorias de los resultados y los carteles de propaganda de las campañas electorales añaden ansiedad frente a la decisión final. 

La composición de las imágenes centrales, aparentemente similares, mostrada en ‘Lo tienes claro?’,  se ha alcanzado entremezclando fotografías obtenidas de internet de los cuatro líderes  más relevantes de las elecciones de 2019, resultando un efecto del que solo sutilmente se puede intuir lo representado. El algoritmo matemático genera áreas poligonales con los colores originales, de tal forma que es posible restaurar los retratos reales aplicando un intercambio ordenado de las superficies entre las diferentes imágenes.

La concreción del paspartú choca con el cariz abstracto de la parte principal y su mayor visibilidad pretende captar la atención del espectador como lo hace la publicidad con los votantes.

Metafóricamente, la obra principal puede significar el ideal político alcanzable con una selección personal de las ideas o representar a esa figura confusa que los dirigentes nos proyectan.


Imagen 4. Las víctimas van al cielo / 2018

La imagen central de ‘Las víctimas van al cielo’, visibiliza, con respeto, los rostros de los asesinados. Sobre ellos se superponen cuatro dianas con la estructura y los colores primarios del parchís, que homenajean a las pinturas de Jasper Jhons y sugieren la mala fortuna de todas las vidas arruinadas en ese ‘juego de la muerte’. 

Sobre ellas un cuerpo con los brazos en cruz, con una perspectiva que recuerda un famoso cuadro de Dalí, completa la composición encarnando la iconografía de la fe cristiana.

Alrededor, algunas instantáneas de los atentados disponibles en internet, han sido manipuladas añadiéndoles salpicaduras con el objetico de: por un lado enmascarar su dramatismo y por otro dotarles de una granulosidad que alude a la tierra donde sin duda acabará todo lo corpóreo.

La pieza se completa con un marco dorado con forma de espejo, por lo que su contenido adquiere el simbolismo del reflejo situando al observador en ese ‘escenario del horror’, como notario de sus secuelas.

El frente político puede desencadenar situaciones extremas, siendo una de ellas el terror sufrido en nuestro país durante muchos años. Más de 850 muertos y más de 7.000 víctimas fuel el balance letal de los atentados de la ETA.





Imágenes 2 y 3. Dúplex PSOE vs PP - Ciudadanos vs Unidas Podemos / 2019

Las campañas electorales utilizan para captar el ansiado voto electoral todo tipo de artimañas. La publicidad está concienzudamente diseñada y utiliza slogans para que cualquier candidato o propuesta nos parezcan los mejores.

Este dúplex, ‘PSOE vs PP’ y ‘Ciudadanos vs Unidas Podemos’, de producción anterior a las votaciones del 2019, edifica una conjetura sobre los futuros resultados electorales. En él se emparejan a los partidos políticos que van a disputarse los escaños según su peso electoral, utilizando piezas y posiciones de dos enfrentamientos célebres de ajedrez, cuyos ganadores se resolvieron en el pasado. De ese modo, se identifica premonitoriamente un signo político con un resultado real, sin menoscabo de que el vaticinio resulte finalmente fallido. 

En ambas obras, los trebejos no están centrados en sus correspondientes cuadrados y los escaques son cruzados por líneas rectas no paralelas del color corporativo de los partidos, que rompen la simetría -en referencia a una conocida pintura de Paul Klee-, sugiriendo inestabilidad por la incertidumbre preelectoral.

Los mensajes subliminales de las campañas, indisociablemente ligados con las tácticas electorales, se publican en el paspartú exterior, estableciendo así un diálogo estratégico con el núcleo interior.



Imagen 1. El que no llora no mama / 2018

El conocido dicho que nombra la pieza parece evocar nuestra niñez, pero en realidad sugiere la exigencia de una buena interpretación para obtener algún beneficio.

En el contexto de la política podríamos afirmar que ‘muchos individuos han mamado sin haber llorado’, en el sentido de aprovecharse de su cargo público sin recibir castigo alguno, mientras los ciudadanos no son conscientes o toleran dichas obviedades poco éticas. 

El retrato, apropiado de las redes sociales, del ‘molt honorable’ ex-presidente de la Generalitat con la boca abierta, como aguardando el maná del cielo, me ha sugerido una estética Kistch.

En ‘El que no llora no mama’, la obra central se complementa con objetos catalogados como horteras o de mal gusto que, colocados en el interior de marcos pretenciosos, asedian a un sujeto político que no fue precisamente un paradigma de la honestidad y la elegancia. Estos ocupan también el área destinada al paspartú imbricándose con la propia imagen principal.

Los figuras del interior, que flotan junto al personaje mostrando lienzos sin imagen o de rostros cubiertos con vendajes, insinúan una sociedad pasiva, ausente, permisiva con los clanes o que, conscientemente, pretende ocultar profundas y enraizadas heridas.

El Maneki Neko, o gato de la suerte, corporiza el ‘estado de gracia’ de aquellos  afortunados políticos que han sabido esquivar las condenas de la justicia y de la sociedad, tras haberse enriquecimiento ilícitamente y defraudado a sus votantes.


© Jorge Lidiano.
Todos los derechos reservados sobre los textos e imágenes del presente documento, solo podrán ser utilizados con la autorización expresa de su autor


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